Los SUV eléctricos de Audi, conocidos como e-tron antes de convertirse en Q8 e-tron, han destacado en el mercado, pero su inminente cierre ha suscitado críticas sobre la gestión de la marca. ¿Qué consecuencias tendrá para los clientes?
En su momento, Audi se enorgullecía de haber lanzado su primer SUV eléctrico, el e-tron, que logró superar en ventas a competidores como el Mercedes EQC. Sin embargo, el renombramiento a Q8 e-tron no ha tenido el mismo éxito. Desde su lanzamiento, las ventas han caído dramáticamente, a tal punto que Audi ha anunciado el cierre de su fábrica en Bruselas, un lugar que ha sido testigo de la producción de vehículos icónicos durante más de 75 años.
Cierre de una fábrica emblemática
La decisión de cerrar la planta de Bruselas, que ha fabricado modelos como el Volkswagen Beetle y el Audi A3, pone en riesgo a aproximadamente 3.000 empleados. Esta decisión llega después de que no se alcanzara un acuerdo con los sindicatos sobre compensaciones. El cierre está programado para el 28 de febrero de 2025, marcando el final de una era para una fábrica que ha producido más de ocho millones de vehículos.
Audi y la crisis de los Q8 e-tron
La reciente situación ha generado insatisfacción entre los clientes, ya que Audi ha confirmado que se verán obligados a cancelar algunos pedidos del Q8 e-tron. Fuentes cercanas a la marca han informado que la producción de estos vehículos se ha reducido notablemente, lo que generará un impacto negativo en aquellos que esperaban recibir su nuevo SUV eléctrico.
Además, la automotriz ha indicado que ofrecerá la posibilidad a los clientes afectados de cambiar su pedido por otro modelo de su nueva gama de vehículos eléctricos, en un intento de mitigar la frustración de su clientela. No obstante, queda claro que la gestión de esta crisis podría haber sido más eficaz.
Si estás buscando un coche en España, visita Mundi Autos para descubrir nuestras ofertas.
Este artículo ha sido creado con información proporcionada por el enlace original